Colágeno: proteína esencial para tener una piel más joven y firme

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Este artículo explica qué es el colágeno, la razón por la que es una proteína esencial para mantener una apariencia juvenil y lo que puedes hacer para evitar y tratar las señales comunes de la pérdida de colágeno, como las arrugas, los pliegues profundos y la flacidez de la piel. 

¿Qué es y para qué sirve el colágeno?

El colágeno es la proteína más abundante del cuerpo humano. Da estructura y soporte al tejido conectivo de todo el cuerpo en huesos, cartílagos, ligamentos, músculos, vasos sanguíneos y piel, por nombrar solo algunos ejemplos. El tejido conectivo hace, literalmente, que el cuerpo se mantenga unido.

El colágeno puede ser rígido ―como en los huesos, los cartílagos y los dientes― o flexible ―como en los tendones y la piel―.

 

El colágeno de la piel

El colágeno de la piel se encuentra principalmente en la dermis. La dermis es la capa media de la piel ubicada debajo de la epidermis (la capa exterior) y arriba de la hipodermis (la capa inferior), la cual contiene células grasas. 

El colágeno es uno de los tres componentes fundamentales de la dermis que dan volumen, elasticidad y suavidad a la piel:

  • Colágeno: las proteínas fibrosas de colágeno brindan estructura y soporte.
  • Elastina: proteína elástica que mantiene la forma de la piel.
  • Ácido hialurónico: sustancia de consistencia gelatinosa que mantiene hidratada la piel.

Dado que el colágeno brinda estructura y soporte a la piel, una mayor cantidad de colágeno permite la presencia de más elastina y ácido hialurónico. Por consiguiente, la pérdida de colágeno es una de las principales causas de los signos visibles del envejecimiento facial, como la flacidez de la piel y las arrugas.

¿Por qué disminuye con la edad el contenido de colágeno de la piel?

El envejecimiento facial comienza antes de los 30 años y se debe tanto a factores internos (genética y envejecimiento natural) como a factores externos (exposición al sol, estrés, tabaquismo, etc.).[1] A medida que la piel envejece, la pérdida natural de colágeno hace que la piel se adelgace y que su estructura se debilite.[2,3]

A los 40 años, la mayoría de las personas tienen una pérdida de colágeno del 20 % y, para los 50 años, la pérdida de colágeno es de hasta 30 %.[4] 

La piel flácida, los pliegues profundos y las arrugas comienzan a aparecer

Con la pérdida de colágeno, los signos de envejecimiento visibles ―flacidez de la piel, pliegues profundos y arrugas― comienzan a aparecer. Con el envejecimiento también ocurren otros cambios que afectan a la piel del rostro, por ejemplo, la pérdida de grasa subcutánea (en la hipodermis) y la reabsorción ósea. Estos otros cambios pueden hacer que la flacidez de la piel sea más notoria y que se exacerben los pliegues y las arrugas. 

Las siguientes imágenes ilustran la pérdida de soporte y estructura en la piel acenvejecida con respecto a la piel joven.

Esquema de la estructura del colágeno en la piel joven
Esquema de la estructura del colágeno en piel envejecida y sin firmeza

 

 

 

 

 

 

Como se aprecia en las imágenes, la piel envejecida tiene menos soporte del colágeno, lo cual provoca, en parte, que la piel se vuelva flácida y que comiencen a aparecer arrugas y pliegues.

Cómo prevenir la pérdida de colágeno  

Uno puede prevenir la pérdida de colágeno evitando la exposición excesiva al sol y a otros factores que están relacionados con el estilo de vida y que tienen un efecto negativo en el colágeno de la piel como, por ejemplo, el tabaquismo, el consumo de bebidas alcohólicas y el estrés.  

Es difícil restaurar el contenido de colágeno de la piel tratándola desde el exterior. Las moléculas de colágeno son demasiado grandes como para penetrar la dermis y solo formarían una capa temporal sobre la superficie de la piel.

Tratamientos que estimulan la síntesis de colágeno en la piel 

Dado que el colágeno es un componente esencial para tener una piel saludable y juvenil, se han desarrollado muchos tratamientos diferentes cuyo objetivo es estimular la síntesis de colágeno en la piel. 

El rejuvenecimiento cutáneo con láser, la microdermoabrasión, los rodillos con microagujas y otras técnicas con ultrasonidos y radiofrecuencias son tratamientos cuyo propósito es estimular la renovación de la piel mediante un traumatismo o una lesión controlada. El traumatismo activa un proceso de curación que presuntamente rejuvenece la piel y atenúa la flacidez y las arrugas. Dependiendo del grado de traumatismo, suele haber ciertos riesgos asociados con los tratamientos.

También hay bioestimuladores, cuyo modo de acción es diferente. Los bioestimuladores utilizan sustancias específicas que se inyectan en la dermis profunda, donde activan la síntesis de colágeno. Diferentes productos utilizan diferentes tipos de sustancias para conseguir esta activación. Son biodegradables y desaparecen de la piel con el tiempo. Los bioestimuladores restauran la estructura de la piel de manera gradual. Los bioestimuladores también conllevan el riesgo de causar efectos secundarios, aunque no estimulen la renovación del colágeno mediante traumatismos. 

Siga leyendo: Tratamientos de colágeno

Existen en el mercado muchos tipos diferentes de tratamientos de colágeno y de tratamientos rejuvenecedores para la piel. Los siguientes artículos te ayudarán a conocer mejor las opciones disponibles y a saber qué tratamiento podría ser el más conveniente para tí:

Lea acerca de los diferentes tratamientos de colágeno, su modo de acción, sus riesgos y sus beneficios en el artículo ¿Qué tan eficaces son los tratamientos estéticos estimuladores de colágeno?

Si deseas conocer la manera en que los bioestimuladores activan la producción natural de colágeno en la piel, consulte el artículo Cómo restaurar la piel envejecida con un bioestimulador de colágeno.

 

REFERENCIAS

  1. Vleggaar D, Fitzgerald R. Dermatological implications of skin aging: a focus on supraperiosteal volumization for perioral rejuvenation. J Drugs Dermatol. 2008;7:209-220.
  2. Farage MA et al. Adv Wound Care (New Rochelle) 2013;2(1):5–10.; 
  3. Quan T and Fisher GJ. Gerontology 2015; 61(5):427–34
  4. Shuster S, Black MM, McVitie E. The influence of age and sex on skin thickness, skin collagen and density. Br J Dermatol. 1975;93:639-643.