La pérdida de colágeno es uno de los principales factores que contribuyen al envejecimiento facial. El colágeno es una proteína fibrosa que da estructura y soporte a la piel. Cuando el contenido de colágeno de la piel disminuye con la edad, provoca los signos comunes de envejecimiento, como las arrugas y la piel flácida y caída.
La finalidad de los bioestimuladores de colágeno diseñados para atenuar las arrugas es activar la renovación del colágeno en la piel y, por consiguiente, ayudar a restituir su estructura interna y su volumen. ¿Los bioestimuladores de verdad funcionan? ¿Exactamente cómo ayudan a renovar la piel? Descúbrelo en este artículo.
¿Qué es un bioestimulador de colágeno?
Un bioestimulador de colágeno consiste en una sustancia que se inyecta en la dermis profunda, la capa media de la piel. Tras ser inyectada, la sustancia estimula la producción de colágeno. A los tratamientos con bioestimuladores de colágeno se les llama tratamientos de mínima invasividad, en los que no hay periodo de recuperación o es mínimo. El efecto es gradual; los resultados por lo general son visibles pocos meses después del tratamiento inicial y duran hasta dos años o incluso más.[1]
En el primer bioestimulador de colágeno que se comercializó se utiliza ácido poli-L-láctico (APLL) para reforzar la producción de colágeno. El APLL es una sustancia que se emplea en suturas absorbibles para heridas.[2] Desde la comercialización del bioestimulador original con APLL, se ha introducido al mercado otro bioestimulador que utiliza hidroxiapatita cálcica, un mineral que se encuentra de forma natural en los huesos y dientes humanos. Este artículo trata principalmente acerca del bioestimulador de APLL, pero el mecanismo de acción en ambos casos es similar.
¿Cómo funciona?
Para el producto que emplea micropartículas de APLL, las micropartículas primero se reconstituyen en agua estéril y luego se inyectan en la dermis profunda. Inmediatamente después del tratamiento, el agua y otros ingredientes del producto provocan una hinchazón temporal y, por lo tanto, atenúan la flacidez y las arrugas. Después de unos días, el cuerpo absorbe el líquido y el defecto vuelve a aparecer sin ninguna corrección.
Gradualmente, el estimulador de colágeno sustituye el soporte estructural perdido con la edad y disminuye la laxitud de la piel.[3]
Resultados graduales y duraderos
Un bioestimulador de colágeno no es una solución rápida. En lo que respecta al bioestimulador de APLL, los efectos aparecen gradualmente en el transcurso de varios meses y pueden durar hasta dos años o más.[4]
Los efectos graduales y duraderos también son lo que muchos de los consumidores están buscando. Según un estudio clínico, 75 % de las mujeres preferían resultados graduales que duraran dos años en vez de resultados inmediatos que duraran 12 meses.[5] En otro estudio se demostró que las mujeres de más de 50 años estaban insatisfechas con cambios físicos como la flacidez de la piel y se sentían atrapadas en un cuerpo envejecido.[6] Es en esos casos en los que un bioestimulador de colágeno puede marcar la diferencia, pues restaura la pérdida de colágeno, uno de los principales factores que contribuyen a la aparición de piel flácida y arrugas.
¿Qué resultados puede esperar?
De acuerdo con diversos estudios clínicos, los bioestimuladores de APLL activan la capacidad del cuerpo para producir colágeno, lo cual repara la estructura interna de la piel y refuerza su firmeza natural.[7]
Es importante saber que es difícil obtener una medida exacta de la firmeza y de la elasticidad. Con frecuencia se emplean métodos de medición indirecta como, por ejemplo, mediante un cutímetro o analizador cutáneo. Estos aparatos utilizan una pequeña sonda que se aplica en la superficie de la piel. La piel se expone a una presión negativa que la jala hacia la sonda (también se le conoce como método de succión). La resistencia de la piel ante esa presión negativa se interpreta como la firmeza de la piel, mientras que la capacidad de regresar a su posición original (tras dejar de aplicar la presión negativa) se interpreta como la elasticidad de la piel.
A menudo es más fácil y práctico tomar fotografías antes y después del tratamiento para evaluar los cambios relativos a la flacidez de la piel, los pliegues profundos, las arrugas y otros signos de envejecimiento que desees reducir. Eso es lo más recomendable para todo tipo de tratamiento estético.
Las siguientes imágenes muestran el resultado de un bioestimulador de APLL antes y 25 meses después del tratamiento.
Tal como otros tratamientos estéticos, los bioestimuladores pueden causar efectos secundarios, aunque se trate de procedimientos de mínima invasividad. Para comprender mejor los beneficios y los efectos secundarios de un tratamiento para reafirmar la piel, siempre debes consultar a un especialista médico experimentado.
Conoce más sobre los bioestimuladores de colágeno.
¿Los bioestimuladores de colágeno podrían ser una opción adecuada para ti? Consulta a un especialista de tu localidad.
Referencias:
- Narins RS et al. J Am Acad Dermatol 2010;62(3):448–62.; Brandt FS et al. Aesthet Surg J 2011;31(5):521–8.
- 17. McKeen LW. Plastics used in medical devices. In: Modjarrad K, Ebnesajjad S, eds. Handbook of Polymer Applications in Medicine and Medical Devices. Oxford, England: Elsevier; 2014:21-53. 18. Lasprilla AJR, Martinez GAR, Lunelli BH, Jardini AL, Filho RM. Poly-lactic acid synthesis for application in biomedical devices––a review. Biotechnol Adv. 2012;(30):321–328.
- Stein P et al. J Dermatol Sci 2015;78(1):26–33.9.; Goldberg D et al. Dermatol Surg 2013;39(6):915–22.; Vleggaar D et al. J Drugs Dermatol 2014;13 (4 suppl):s29–31.; Moyle GJ et al. HIV Med 2004;5(2):82–7.
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- Weinkle S and Lupo M. J Clin Aesthetic Dermatol 2010;3(9):30–33.
- Hofmeier SM et al. J Women Aging 2017;29(1):3–14.